miércoles, 11 de junio de 2008

Crónicas berlinesas


El staff de Emergentes & Sumergidos (en la imagen que abre esta entrada; de izquierda a derecha: Desperdicios tras repetir por quinta vez la misma sesión doble, Walter Loeff con cara de magdalena proustiana, nuestro sabio gurú JJ Perfecto Idiota, la Dra. Freudstein con su blusa “lobo estepario” y la jovial Salamanquesa; el gorila es un rendido admirador) se alegra de anunciar las nuevas obras de nuestro amigo y colaborador Ion de la Merde (aka Ion de Sosa, otro ejemplo de nuestra fuga de talentos producto de la diáspora madrileña): una escritura digital concebida a pachas con Velasco Broca (que podéis ver aquí: http://youtube.com/watch?v=dJrfl8ZeCDQ) y el heterodoxo vídeoclip oficial del tema Automne Fold de Kangding Ray. En el tintero queda el teaser de su futura ópera prima, permanente work in progress confesional. ¡Enhorabuena!


A mi madre le gusta el cine trash: ¡se desvela el misterio!

¡Saludos, mis queridos amiguitos! ¡Sí, soy nueva en este blog! Soy la Dra. Freudstein, madre de Desperdicios y Supermierda, y quiero recomendaros una película abominable, una zetosidad que se os subirá a la cabeza. ¡Bien! Se llama Village of the Giants (1965), y su perpetrador fue el hombre-orquesta de la serie B, Bert I. Gordon (Mr. B.I.G)... ¿Listos? ¡Bien!

Pues Gordon, realizador, productor, guionista e incluso supervisor de los efectos especiales (1) de cochambres como El gigante ataca (aka El asombroso hombre creciente, The Amazing Colossal Man, 1957), La araña (Earth vs. the Spider, 1958), The Magic Sword (1962) o El hechicero (The Witching, aka Necromancy, 1972), decidió adaptar la notable novela de H.G. Wells El alimento de los dioses (1903) y le dio para un par de paupérrimos productos, tan menores como inclasificables (2): Village of the Giants y El alimento de los dioses (The Food of the Gods, 1976). El segundo título ("based in a portion" del original de Wells) supuso el desafortunado retorno de Gordon, veinte años después, al gastado tema del gigantismo animal efecto de la radiación, una de las grandes obsesiones de su cine y de la ciencia-ficción U.S.A. de los años 50.



¡Pero Village of the Giants es un film muy superior! ¡Una mezcla de Johann Swift y Herman Cohen! ¡Adolescentes gigantescos que aterrorizan a sus mayores en el escenario de una tradicional small town americana! ¡Glubs! El bichorrarismo, ese sentirse diferente característico de tan decisiva etapa vital, es explotado por un Gordon a la vez destajista y visionario, ofreciendo un demente e involuntariamente acerado retrato de la sociedad de la época: la extrañeza y el desarraigo juveniles –que habían sido reflejados en films tan dispares como ¡Salvaje!/The Wild One, Laszlo Benedek, 1953, Rebelde sin causa/Rebel Whithout a Cause, Nicholas Ray, 1955, y Teen-Age Crime Wave, Fred F. Sears, 1955- toman cuerpo en una desmandada panda de adolescentes oligofrénicos a medio camino del Marlon Brando más cazurro y vándalo, los precursores beatniks -ya vistos en The Beatniks, Paul Frees, 1960; The Flesh Eaters, Jack Curtis, 1964...- y la ulterior Familia Manson... ¡puagh!

¡Bueno, pues así es! La culpa de todo ello la tiene el científico precoz interpretado por Ron(ny) Howard tras sus gafas de pasta: “Genio” (sic) ha inventado una sustancia que, ahí es nada, hace crecer desmesuradamente a todo aquél que la ingiere. En principio, se trata de un remedio para paliar la escasez de alimentos en el mundo, pero ocho jóvenes gamberros se apropian del preparado y lo toman, con resultados predecibles.

¡Mi amigo Sami Natsheh define muy bien la moral zetosa del film! ¡Veamos!: “Chicas en bikini, chicos con corte de pelo imposible y, en medio de todo ello, gansos del tamaño de elefantes que bailan rock and roll (...) Hartos de que les digan lo que tienen que hacer, su nuevo tamaño les permitirá mantenerse en un estado en el que ya nadie les puede ordenar hacer nada, pasando a ser dueños de sus actos (actos irresponsables por los que finalmente pagarán)” (3).


¡Je, je! ¡Pues sí que pagan por ellos! ¡Por cierto! Un jovencísimo Beau Bridges lidera el monstruoso grupo salvaje y acneico y el malogrado Jack Nitzsche le pone psicodelia al film. En cuanto a Gordon, vuelve a hacer uso reiterado de rácanas transparencias y sobreimpresiones para simular el gigantismo de los jóvenes protagonistas y nos regala uno de los mejores momentos del género (seguramente inspirado por Attack of the 50 Foot Woman, Nathan Juran, 1958): aquél en que uno de los rednecks agredidos acaba agarrado a la maqueta del espectacular busto de Joy Harmon... ¡Y eso es todo, niños! ¡Me despido por el momento! ¡Os veo luego! ¡Ahora adiós!

(1) “Todo un experto, pues, que dio lo mejor de sí mismo (lo más naïf, sin tapujos, sin dobles lecturas, con transparencias imposibles, inocente disfrute de sesión doble en sala de barrio o de fiesta freaky ante el DVD)”: Casas, Quim, BIG, Contrapicado.net, editorial 23, marzo 2008.
(2) Gordon volvería de nuevo a Wells en la imposible, deliciosamente demodé Empire of the Ants (1977). Para más información, acude a http://absencito.blogspot.com/2005/01/b-art.html y http://absencito.blogspot.com/2006/01/ratas-gigantes-de-artesana.html, donde el sabio Absence, gran exégeta de Mr. BIG, loa las virtudes de ambos films.
(3) Village of the Giants, pasadizo.com.


martes, 10 de junio de 2008

Barcelona Connection: The Pyrinerds


En Emergentes & Sumergidos estamos de enhorabuena: nuestro querido amigo Rafa Ayuso, creador sonoro novedoso y vanguardista, más bien el hijo monstruoso y arty de Martin Hannett y Philip Glass, aparece citado en el número de este mes de ARTO!:


“El cerebro que se escondía detrás de aquellos míticos músico-performers llamados Taquicardigans tiene un nuevo proyecto. Los Pyrinerds nos regalan un espacio de relax onírico y evocador donde los haya. Slow-pop preciosista perfectamente aderezado con inteligentes textos y ¡ah! ‘Altar de pena y gloria’ puede que sea la única canción dedicada íntegramente a un coño. ¡No os los perdáis, por favor!”.


Desde este web-blog animamos a los rezagados a escuchar sus sugerentes greguerías pop: www.myspace.com/thepyrinerds